Por ejemplo, a la hora de evaluar el impacto de una política basada en la contratación de profesores para escuelas situadas en entornos violentos, tiene más sentido utilizar como variable de impacto el desempeño de los alumnos (outcomes) que la cantidad de profesores contratados (output) para obtener una noción más acertada de cuál fue el efecto de esta intervención.